miércoles, 29 de febrero de 2012

La caja de grabados

Antes de Navidad, creo que bastante antes, Alfredo me regaló esta caja llena de grabados de zinc que él ya no pensaba utilizar. La mayoría son grabados de empresas que ya cerraron, logotipos sobre todo, por lo que no tienen mucha utilidad. Alfredo la iba a tirar, convencido de que poco se podía sacar de allí, pero antes de tirarla me la ofreció.
Esta es la caja.


Yo tampoco tenía muchas esperanzas de encontrar algo utilizable, pero me llamó la atención que los pisos de madera en que estaban montados los grabados estaban muy nuevos, en muy buen estado. Y pensé que si no aprovechaba los grabados, por lo menos podría aprovechar los pisos.


Para montar un grabado no vale cualquier madera; los pisos de madera que se utilizan en tipografía son una sucesión de chapas contracoladas. Por lo que se ve, esta madera es mucho más resistente a la presión de la máquina.
Y ved lo que os decía, la madera está casi nueva.
Este en concreto es una tabla para controlar la tensión arterial ¿creéis que alguna vez lo utilizaré?


Juraría que no, pero el piso al que está clavada es totalmente reutilizable :-D

Pese a todo, en su día coloqué uno de estos grabados en la pequeña Barcino. Es el más grande que había en la caja, cabe justito en la rama de mi impresora, y quería probar cómo se imprimiría algo tan grande.


La Barcino no me defraudó, no logré subsanar el error de impresión que aparece en la esquina de abajo a la derecha, pero tampoco le dediqué mucho tiempo, la verdad.
Al verlo pensé que era algún tipo de invitación de cumpleaños o algo así, pero una vez impreso me di cuenta de que era una felicitación navideña: los niños, que recuerdan a los de la familia Telerín, están de celebración; hay un bebé durmiendo sobre heno y en vez de puntos las íes tienen estrellas. Sin duda, de este no me deshago.

Y además de los pisos y el grabado "telerín" ¿qué es lo que he rescatado de la caja? Esto es: unos ordenadores del pleistoceno, un par de neumáticos, una lavadora coetánea de los ordenadores, una orla con dos peces (lástima de peces, porque la orla no está mal), un racimo de "uva selecta" y unos iconos de recomendación de lavado (parezco un chamarilero).


Conclusión: Sí, hubo un tiempo en que tooodo se imprimía con tipografía, hasta los logotipos de las multinacionales a dos tintas.


P.D.: Ya os contaré cómo me va quitando clavitos para recuperar los pisos.

viernes, 24 de febrero de 2012

Las fotos de Eliana Michalko

Para el reportaje sobre Oficio que salió en la revista Kireei (os hablé aquí) vino al taller a hacer las fotos Eliana Michalko. Eliana y su marido son fotógrafos y tiene una tienda-estudio —Espai de llum—  en Llíria, a 20 km de Valencia.
Tengo que enseñaros esta foto de Eliana, porque creo que es la que más me gusta de las que tengo del taller.


La foto no consiguió salir en Kireei así que Eliana me ha dejado que la publique :-D
Y también estas otras dos.


Yo creo que esta del componedor es una de las favoritas de Eliana.


Y aquí para que me cotilleéis de cuerpo entero. Por si os lo preguntábais: sí, voy a trabajar con camisa blanca y zapatos de ante, no me lo puse especialmente para la sesión de fotos. Lo de maquillarme sí fue especial para la sesión: yo me voy al taller  con la cara lavada (y recién peinada, como cantaba Manolo Escobar) ;-)


P.D.: Ya sé que he estado desaparecida más de lo habitual.  Pero hoy os traigo otro "regalito" para compensar (las fotos ya son un regalo ¿no?). En el blog de Macarena Gea estamos sorteando un juego de posavasos personalizados para un evento o bien un juego de papelería personalizada de Oficio. Id y participad, que no estaría bien que mis lectores no tuviera ocasión de ganar ;-)

viernes, 10 de febrero de 2012

Los números dorados

Ya hace unos años que compré en el rastro de Valencia los números dorados que utilicé en la última entrada. Venían troquelados en grupos y cogidos con unas fajas da papel.


Son números de cartón, con una película dorada por encima que en algunos casos parece más cobre que oro porque ha envejecido.



Hasta el otro día no les había dado ningún uso. Han permanecido dentro de una lata guardados esperando su turno. Pero ya hace unos meses que sé cómo los voy a utilizar. Supongo —porque aún no lo he probado— que con pegamento caliente podré pegarlos sobre papel. Y esta es la idea que tengo en mente.


Todavía no me he puesto manos a la obra, por eso os lo enseño así, con los tipos de plomo; porque esta semana he estado a medio gas. El jueves por la noche tuve el accidente casero más tonto del mundo y me hice un esguince en el tobillo. Nada serio. Ya estoy por aquí dando guerra de nuevo :-)

La semana que viene, más.
Feliz finde!

viernes, 3 de febrero de 2012

1, 2, 3... probando

Como os dije hace unos meses, este año quiero probar a hacer algunos "experimentos" con la impresora. Realmente no son tales, muchas otras personas los han hecho antes que yo, pero servidora de ustedes quiere hacerlo con sus propias manos y con su pequeña Barcino.

Ayer me lancé con el primer proyecto; creo que fue en septiembre cuando fui a una tienda de modelismo que hay cerca de casa de mis padres y compré una tira de madera de balsa con la idea de imprimir sobre ella en vez de sobre papel. Y hasta ayer no había encontrado el momento de hacer la prueba.

La verdad es que ha resultado un experimento de lo más fácil y agradecido. Pasen y vean:


Saqué un grabado de magnesio con uno de mis logotipos y lo monté en la rama, quité una cartulina de la cama porque la balsa tiene un grosor de 1mm,  puse tinta amarilla en la Barcino y salió esto:


Demasiada presión, se notan incluso los bordes del grabado. Esto es fácilmente solucionable con la lima, pero las letras han salido como "reventadas"  (la tipografía de mi logo es una Futura fina) y eso no está bien.

Quité otra cartulina de la cama, y salió esto:


Umm, bastante mejor. Mientras miraba y remiraba el resultado pensé que debía probar a redondear las puntas, y lo hice: quedó decente. Pero ya sabéis que yo no soy de abusar de la Barcino (en cualquier caso, no es lo que me han enseñado) y todavía hice una prueba quitando otra cartulina más para restarle presión:


Esta vez también probé a imprimir con la veta de la madera en el otro sentido, para ver si se notaba alguna diferencia. Quedé satisfecha con el resultado, muy contenta.

Como estaba puesta en "modo experimento" había sacado la lata de tinta que me regaló Alfredo y que os enseñé aquí: el amarillo limón tipolito, que si no entiendo mal la etiqueta fue fabricado en España con una patente inglesa.





Después de mis tres pruebas sobre balsa pensé que era sensato, ya que estaba, probar a imprimir sobre un papel de los que uso habitualmente, para tener constancia de cómo se comporta la tinta sobre papel. Y la verdad, está en plena forma, por ésta no han pasado los años ;-) Tuve que hurgar un poquito para encontrar tinta fresca bajo una capa de tinta seca, pero ved qué lozanía. Bromas aparte, es un color precioso, un amarillo muy vivo.

Todo estaba resultando muy fácil, en una hora había hecho todas mis pruebas, había hecho las fotos para el blog, había impreso sobre balsa y sobre papel... pensé que como todavía me quedaba balsa podía probar algo más. Ya había visto cómo se comportaban el grabado de mi logo y la tinta sobre la madera, pero ¿qué pasaría si pusiera unos tipos más grandes y que necesitaran más tinta y probablemente más presión? (Para que os hagáis una idea, los cuadraditos de balsa con mi logo miden 5,5cm de lado).

Corté balsa en trozos de 10x15cm y compuse un texto con tipografía Venus negrita del cuerpo 48. Mira, Héctor, mira lo que salió:

Esto es que ya estoy también en mi particular "modo valentín"

Ha resultado que la balsa admite muuucha presión, los tipos no se revientan en cuerpos grandes, y la presión no se nota en la parte de atrás. La balsa es mucho más flexible que el papel y se deforma más fácilmente con el golpe de presión por lo que me atrevo a aventurar que ni los tipos ni la impresora "sufren". Jolly good!


P.D.: Echad un vistazo al enlace que dejó Jesús en los comentarios de la entrada anterior. Aquí lo tenéis.


Printing on balsa wood
I told you one of my resolutions for the new year was to start experimenting with new materials and techniques.
So here I go, my first "experiment": printing on balsa wood. It is nothing new, many people has made it before me, but I had never given it a try and I wanted to test my little printer and see if it could make the job. And it went pretty well, just look at the pictures.
The yellow ink is that lovely old tin I received as a present a few months ago. It is a pretty colour, maybe not the best choice to print onto balsa wood but still, I like it.