Clara, Rafa y Kike, que llevaban carreras profesionales separadas, han decidido unirse en un estudio de diseño gráfico (y web y de eventos, y más cosas) llamado Rebostet. Estos chicos son muy perfeccionistas así que se vinieron al taller para decidir in situ la tinta que íbamos a utilizar en sus tarjetas.
Por el anverso, las tarjetas llevan el logo de Rebostet; los datos personales y de contacto van por el reverso. En el reverso iban a escoger una tinta verde; pero en el anverso no lo tenían claro. Empezamos por hacer un golpe seco (imprimir sin tinta). Es siempre una tentación, con este tipo de impresión, utilizar el golpe seco; pero para una actividad comercial, imprimir sin tinta no permite que la marca se vea claramente a primera vista: debes esperar que el cliente se detenga y se fije bien en la tarjeta. Y eso... no es bueno.
Hicimos una prueba con golpe seco, y luego probamos con tinta blanco transparente. Ya he hablado alguna vez aquí del blanco transparente. Esta tinta es como una especie de barniz, así que esperábamos que nos ofreciera un poco de brillo pero no color. Y lo conseguimos, pero todavía se veía poco.
Así que añadimos negro al blanco transparente, buscando que nos diera un gris muy sutil, y ese brillo del blanco transparente.
La adición de negro también nos llevó dos intentos. Aunque al final los chicos de Rebostet se decantaron por la tercera opción (poquísimo negro en el blanco transparente ;-).
Y aquí veis, de menos a más, de abajo a arriba, los cuatro intentos.
El papel que utilizamos en las tarjetas es el papel preferido en Oficio, el Materica Gesso de Fedrigoni de 360g. Como sabéis, tiene un alto porcentaje de algodón que permite que la presión se note, sin embargo, no tiene mucho gramaje y por la parte trasera de las tarjetas se puede intuir el logo del anverso. Esto es algo con lo que contábamos, y por ello los datos de contacto del reverso no coinciden con la impresión del anverso. (Un mal menor).
Por el anverso, las tarjetas llevan el logo de Rebostet; los datos personales y de contacto van por el reverso. En el reverso iban a escoger una tinta verde; pero en el anverso no lo tenían claro. Empezamos por hacer un golpe seco (imprimir sin tinta). Es siempre una tentación, con este tipo de impresión, utilizar el golpe seco; pero para una actividad comercial, imprimir sin tinta no permite que la marca se vea claramente a primera vista: debes esperar que el cliente se detenga y se fije bien en la tarjeta. Y eso... no es bueno.
Hicimos una prueba con golpe seco, y luego probamos con tinta blanco transparente. Ya he hablado alguna vez aquí del blanco transparente. Esta tinta es como una especie de barniz, así que esperábamos que nos ofreciera un poco de brillo pero no color. Y lo conseguimos, pero todavía se veía poco.
Así que añadimos negro al blanco transparente, buscando que nos diera un gris muy sutil, y ese brillo del blanco transparente.
La adición de negro también nos llevó dos intentos. Aunque al final los chicos de Rebostet se decantaron por la tercera opción (poquísimo negro en el blanco transparente ;-).
Y aquí veis, de menos a más, de abajo a arriba, los cuatro intentos.
El papel que utilizamos en las tarjetas es el papel preferido en Oficio, el Materica Gesso de Fedrigoni de 360g. Como sabéis, tiene un alto porcentaje de algodón que permite que la presión se note, sin embargo, no tiene mucho gramaje y por la parte trasera de las tarjetas se puede intuir el logo del anverso. Esto es algo con lo que contábamos, y por ello los datos de contacto del reverso no coinciden con la impresión del anverso. (Un mal menor).
Es taaaan bonito tu trabajo que merece la pena los meses de espera para la siguiente entrada ;)
ResponderEliminarGracias, Eva. De todas formas, a ver si mejoro.
EliminarEnhorabuena por el blog
ResponderEliminarEn Bizkaia le llamamos huella en seco y es una técnica bastante bonita, aunque delicada porque puedes romper el papel. Enhorabuena por el taller. Yo fui impresor de tipografía hace unos años.
ResponderEliminarUn saludo.