viernes, 18 de marzo de 2016

Onion skin o arreglos finísimos (parte 1)

En una de las imprentas a las que he ido para comprar material con que surtir la mía me regalaron un par de paquetes de papel empezados. Los dos paquetes eran para imprimir papel de cartas aéreas. Sí, eso hoy ya no se lleva mucho, ni lo de escribir sobre papel y meterlo en un sobre, ni mucho menos lo de que los sobres y papeles para correo aéreo sean diferentes. Pero hubo un tiempo en que todas las cartas viajaban por tierra o mar, da igual lo lejos que fueran, y cuando querías que viajaran por aire debías señalizarlo en tu sobre e intentar que el envío pesara lo menos posible porque te iban a cobrar más dinero por este servicio más rápido. Por eso, el papel para cartas aéreas era tan fino, 33gr/m2.



Desconozco el nombre de este papel en castellano, y parece que los fabricantes de estos dos paquetes también, porque en ambos aparece etiquetado como Onion skin (piel de cebolla). Y aunque tenga ese nombre, no es exactamente lo mismo que el papel cebolla que usaba mi madre para sacar patrones cuando yo era pequeña. Aquel papel era más satinado por una cara y más basto por la otra, y estos no lo son. ¿Podríamos llamarlo papel biblia?

¿Y por qué os cuento ahora este rollo del papel aéreo? Pues porque es el papel que yo utilizo para hacer arreglos. Y en realidad de lo que quería hablaros era de los arreglos. Cuando Alfredo me enseñó a hacer arreglos, fue con un papel cebolla de 40gr. pero como este es el que yo tengo a mano, es el que uso.

Pero vayamos al grano. ¿Qué es y para qué sirve un arreglo?

En ocasiones encontramos un impreso en el que algunas zonas requieren más tinta que otras, zonas en las que hay más masa de color que en otras. Si ponemos en los rodillos mucha tinta para que las zonas más negras se impriman bien, las zonas con menos masa de color recibirán demasiada tinta y el impreso se nos embotará. Si ponemos poca tinta para que estas zonas no se emboten, en las zonas con más masa de color perderemos detalle o lo veremos todo demasiado claro. Está claro que no podemos decirle a los rodillos que dejen más tinta al pasar por unos sitios y menos al pasar por otros, pero sí podemos poner en los rodillos la tinta que necesitan las zonas más blancas y asegurarnos de que habrá más presión en las zonas más negras. Y eso es básicamente lo que supone hacer un arreglo.
Eso es lo que me pasaba a mí con el grabado de los pajaritos que os enseñé aquí: en las cabezas y algunas zonas del plumaje de las aves necesitaba muy poca tinta, en cambio, en otras zonas del plumaje y en las flores las tramas eran muy densas y requerían que la tinta fuera casi sólida sobre el papel.
¿Y cómo hacemos para que haya más presión sólo en los puntos en los que necesitamos más tinta?
Mirad, este es el arreglo de los pajaritos.


Como veis, son dos papeles muy finos superpuestos y en las zonas en que necesitamos más presión (más tinta) se han recortado pequeños papelitos que se han pegado encima.



Esto es fácil de hacer, se imprimen tres ejemplares del trabajo y se va recortando y pegando. Pondremos una, dos o tres capas de papel dependiendo de la intensidad de color que necesitemos.
Pero el verdadero éxito del arreglo está en colocarlo exactamente en su sitio, exactamente donde luego se va a imprimir el dibujo.
Al tratarse de un grabado montado sobre un bloque de madera no podemos poner el arreglo debajo del bloque de madera porque allí no tendría ningún efecto sobre la impresión final; debemos colocarlo en la cama.
En una minerva, la cama es plana, pero yo imprimí mi póster en la Grafix, que es una máquina planocilíndrica, o sea que la cama es un cilindro. Este es el aspecto de la cama de la Grafix.


Es un rodillo de acero que se forra de diferentes pliegos de papel (esto es la cama): normalmente, hay unas cartulinas más gruesas abajo (una) y arriba (dos, el pliego de arreglos y el pliego de cubrir); y entre medias hay papeles más finos o gruesos o incluso una mantilla (una especia de tela de caucho).
En este caso la cama que yo tenía puesta y que no cambié para hacer el trabajo constaba de dos cartulinas amarillas como pliegos y varios papeles más finos color salmón entre medias.
El arreglo debe colocarse debajo del pliego de cubrir. Por lo que solté los papeles de la cama de uno de los extremos y lo coloqué así:


Pero, como hemos dicho antes, no podemos colocar el arreglo al tuntún y donde más o menos nos parezca, NOOO, hay que colocar los pajaritos del arreglo de tal forma que coincidan exactamente en el sitio en el que luego se van a imprimir. ¿Y eso cómo lo hacemos?
Con un alfiler.
Sí, esto nos daría para otro capítulo de "cosas que no esperabas encontrar en una imprenta", junto con los polvos de talco y la tiza, tal y como os conté aquí.
Pero lo de la colocación del arreglo os lo contaré la semana que viene en otro post, que creo que por hoy ya es suficiente ;-)

2 comentarios:

  1. ¡Qué nostalgia el papel vía aérea! ¡Si habré escrito cartas y cartas de cantidad de hojas que en un papel normal no habrían entrado en el sobre! (Dicha sea de paso, sobre también de inferior gramaje!
    Aqui en Buenos Aires utilizamos muchas veces para los arreglos un papel al que llamamos Manifold, que es un papel de unos 35 g/m2, por lo general blanco, que tiene una cara mate y otra brillante estucada. ¿Hay alli algún papel con esta denominación, o se estaría tratando de este mismo papel cebolla?
    ¡Qué blog maravilloso!

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  2. Hola Claudia, gracias por el comentario. Sí, yo creo que el papel Manifold es el mismo que el papel cebolla.

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